jueves, 1 de marzo de 2018

HISTORIA TRAS LAS RIMAS

RIMA LXXVII

Dices que tienes corazón y sólo
lo dices porque sientes sus latidos.
Eso no es corazón...; es una máquina
que al compás que se mueve hace ruido.

Un día, como otro cualquiera, el se despertaba sin ganas de nada, como anteriormente. Ella estaba traicionado, estaba desilusionado con la chica que mas amaba en esos tiempos y por tanto, estaba en un desamor.
Varios días después, no quería ni levantarse de la cama, ella, le había destrozado, lo había hundido, lo había vuelto a desilusionar, el no entendía nada, ella le hacía feliz, pero a la vez, estaba en el absoluto caos de su mente, y decidía siempre ir a verla, porque repito, le hacía feliz su presencia. Siempre que iba a verla, ella le hacía ilusiones, le decía lo mucho que le necesitaba y por tanto el tenia una sonrisa de oreja a oreja. Una semana después, iba andando por la calle mientras iba el, canturreando a por fruta, cuando la vio, si, la vio con otro hombre, tan risueña, tan feliz.
Volvimos a lo de siempre, ya le había vuelto a hacer daño, el no soportaba tanto dolor, el se quedo en casa, no quería ir a verla, no quería hablarle, no quería nada en esos instantes.
Mientras estaba en casa, el se comía la cabeza a pensar qué pensaría tan bella mujer, que es lo que querría en un futuro, porque hacia las mismas cosas con varios hombres, si ella supiera el dolor que él llevaba dentro. El decide mostrar los sentimientos a un amigo, para pedir un gran consejo, para ver si él podía hacer algo por qué no sufriera tanto.
El, sin más coraje, se lo conto a su mujer, mejor amiga de ella, y como bien sabemos, las mujeres nos solemos contar todo, y así fue. Tal bella dama se sentía confundida, se sentía mal por saber que un hombre sentía tan gran amor por ella, pero ella juro, no perder tal amistad con el.


El se entero de tal engaño por parte de su amigo, y no quería saber nada, absolutamente de nadie, murió por desamor.
 (Ahora vendría la rima)


Espero que os guste:)

No hay comentarios:

Publicar un comentario