martes, 28 de febrero de 2017

Pablo Raez

Quería dedicarle esta entrada a Pablo Raez, un chico muy optimista al que hay que agradecer toda su autoestima para seguir adelante, ya que en su última foto de Instagram ya nos decía: “Admito que es un momento duro, dan ganas de tirar la toalla, de dejar de sufrir, de descansar de una vez... pero no me rindo, sigo y seguiré luchando, día tras día hasta que llegue mi día, sea mañana o en 70 años. Disfrutemos cada día que es único, de verdad, empiezo a valorar las cosas de una manera increíble y de verdad que la vida sabe mejor así. Amad todo lo que forme parte de la vida, disfrutad de todo lo que forme parte de la vida, no os arrepentiréis. ¡Seguimos en el camino y cargado de fuerza! Animo a todas las personas que estéis en una dura batalla, animo a todas las familias que estés pasando una dura batalla, ánimo a los que hayáis perdido a un ser querido, todo pasará y todo llegará. La muerte forma parte de la vida por lo que no hay que temerla sino amarla.”


Y yo me pregunto, ¿de verdad alguien así debería morir? ¿Por qué a las personas menos indicadas se les da ese desenlace tan trágico? También hay una cosa que no entiendo: que simplemente adolescentes pongan en sus redes sociales “que ganas de morir” o “voy a mandar todo a la mierda” cuando les ha dejado su supuesta pareja, ¿acaso no ven que tales tonterías no merecen ni ser mencionadas? Este chico sí amaba la vida tal y como la estaba viviendo, con sus más y sus menos, con sus baches, este chico sí tenía motivos para decir tales cosas en cualquier red social y, en cambio, nos daba a todos lecciones de vida, de saber seguir hacia delante y que pase lo que pase siempre hay gente mejor y peor que tú, pero no hay que dejar de luchar nunca.
No creo que me quede mucho por decir ya que la mayoría de personas saben lo elocuente que era con sus palabras, la felicidad que transmitía aún con todo y por ello hay que felicitarle.
No queda nada más que comentar excepto una de las cosas más importantes que es dar el pésame desde aquí a sus familiares.

jueves, 9 de febrero de 2017

REFLEXION SOBRE LA IMPORTANCIA DEL FISICO
¿Qué más da?
Canon de belleza actual
Actualmente, el canon de belleza establecido por la sociedad determina la aceptación de algunas personas así como influye en su autoestima, por ello algunas de las mujeres u hombres intentan entrar en ese tipo de cánones y, al no conseguirlo, se sienten frustrados.
Estos cánones determinan cómo tiene que ser una mujer. Cada uno de nosotros, al pensar lo que se considera algo “bello”, pensamos en los mismos estándares. Una mujer bella debe ser rubia ¿o no?, con melena ¿o no?, delgada pero con curvas y vestir de forma estilosa. Pero, ¿y qué pasa con el resto de mujeres? ¿No pueden ser también hermosas sean como sean?
Todo esto, además, influye de forma determinante en cuestiones más graves como son los trastornos alimenticios como la anorexia o bulimia, ¿Cuántas mujeres han caído en estas enfermedades por intentar estar guapas o encajar en los cánones arriba mencionados?
Además, esto se impone de manera natural, es decir, cuando vemos una modelo sobre una pasarela o vemos cualquier tipo de publicidad en televisión suele encajar en este canon, es decir, delgadez extrema y estereotipos imposibles.
Además, últimamente, estos cánones de belleza también están afectando a los hombres. Un trastorno que se está detectando en estos es el de la vigorexia, hombres que no se conforman con su estado físico entrenando más horas de las recomendadas en los gimnasios e ingiriendo productos o sustancias ilegales para conseguir un físico atlético.
¿No sería más fácil amarse y respetarse a uno mismo que encajar en un canon que ni siquiera es real? Esto parece muy sencillo de decir pero, a menudo, es complicado de llevar a cabo por la presión que ejerce la publicidad y los medios de comunicación.
A pesar de esto, es una guerra que tenemos que librar con nosotros mismos, pues, si no nos queremos nosotros ¿quién nos va a querer? Si no nos valoramos nosotros ¿quién lo hará? Si no nos cuidamos nosotros, nadie lo hará. Debemos aprender a aceptarnos y querernos, pues lo único realmente importante es nuestra salud y nuestra felicidad.